Hay indicadores que miden el diferencial de los retornos financieros de la deuda pública de un país emergente cualquiera respecto al ofrecido por la deuda estadounidense. El principal “índice riesgo” es el EMBI (Emerging Market Bond Index) elaborado por el banco de inversiones JP Morgan, incluye para los cálculos aquellos bonos denominados en dólares y estrictamente líquidos, es decir son comprados y vendidos en el mismo día. En otras palabras, el EMBI mide el spread entre bonos soberanos de Estados Unidos y sus equivalentes en determinado país emergente (bonos Bradys denominados en dólares). El resultado se expresa en puntos básicos, y por cada 100 puntos básicos se interpreta que se está pagando un punto porcentual (1%) por encima del rendimiento de los bonos libres de riesgo (bonos estadounidenses). Asimismo, el diferencial provisto por el EMBI mide la posibilidad que un país emergente entre en default[1]; por lo tanto, si el indicador se aumenta significativamente el riesgo de default es inminente.
Finalmente el EMBI al comparar deuda emitida en dólares, se intenta mantener aislado en el cálculo el riesgo asociado a los cambios de precio de la moneda a la moneda. De esa manera, se supone que el EMBI refleja solamente el riesgo de default.
Otros indicadores son el EMBI+ y el EMBI GLOBAL, cuya principal diferencia respecto al EMBI radica en el proceso de selección de los bonos que se incluyen en los cálculos (e.g., relajar los estrictos criterios de liquidez de be los bonos contenidos en el EMBI).
[1] El diferencial de los bonos soberanos el mayor costo de financiamiento que deben los países emergentes pagar por endeudarse, en relación a los países desarrollados.